ARTICULO DE OPINIÓN
IMPACTO DE LA REFORMA DE LA LEY DE SALUD DE GALICIA EN LA POBLACIÓN
Nadie
duda de que un hospital, además de ser un centro que ofrece servicios de salud,
es una entidad de enorme impacto social y económico en las comunidades donde se
implanta. Y que uno de los principios básicos del Sistema Nacional de Salud es
la equidad, equidad referida a prestar los servicios de salud de igual calidad,
independientemente del volumen mínimo, del lugar geográfico, del género, nivel
de renta, edad o cualquier otra circunstancia o condición. Toda la patología
básica y que afecta a un mayor número de personas debe ser tratada con las
máximas garantías y en igualdad de condiciones con independencia del lugar de
residencia de la población.
Bajo
estos principios, junto a los de calidad, eficiencia y eficacia se desarrolló
en Galicia, atendiendo a su distribución demográfica, una infraestructura de
atención sanitaria pública compuesta por centros de salud, puntos de atención
continuada (PACs), hospitales comarcales y hospitales de referencia para las
patologías más complejas y que afectan a un menor número de población.
El
impacto de los hospitales comarcales supusieron, aparte de su contribución a la
salud de la población, la creación de entre 300 y 500 puestos de trabajo
directos, con enorme repercusión en la población joven y en el empleo femenino,
en los proveedores y empresas locales, en el mercado inmobiliario y en la
disminución del gasto y de los trastornos familiares al evitar numerosos
desplazamientos a otras áreas sanitarias. Sin hablar de aspectos más
intangibles, como sería su contribución al valor añadido de las marcas
respectivas de cada comarca donde se implantaron: Burela, Monforte, Barco de
Valdeorras, Verín, Salnés, Barbanza y Cee.
Las
nuevas Estructuras Organizativas de Gestión Integrada (EOXIs) se implementaron
en Galicia entre el 2010 y el 2013, unificando la gestión de todos los recursos
sanitarios de Galicia en 7 estructuras directivas que coincidían con los
grandes hospitales de referencia : A Coruña. Santiago, Vigo, Ourense, Lugo,
Pontevedra y Ferrol.
Supusieron
la pérdida total de la autonomía de los Hospitales Comarcales y de la Atención
Primaria. Se les privó del presupuesto económico y de la capacidad de gasto,
así como de toda su estructura directiva, administrativa y de gestión y, lo más
importante, de su capacidad de decisión.
Las
EOXIs son una macro estructura dirigida por un gerente/político, acompañado de
más de 20 directivos nombrados por libre designación, con numerosos servicios
externalizados (prestados por empresas privadas), con un claro sometimiento de
toda la asistencia al gran hospital de cada área y con una toma de decisiones
centralizada y alejada de los pacientes y de los trabajadores de los centros
periféricos (atención primaria y hospitales comarcales).
Este
hospitalocentrismo y concentración
de poder ha supuesto que se haya primado la eficiencia (costes) frente a la
eficacia, la efectividad (nivel de salud de la población) y la equidad
(accesibilidad)de todos los habitantes de las comarcas y áreas rurales frente a
las grandes urbes.
Esta
lejanía de los gestores, su desvinculación de los centros y de sus empleados,
su falta de sensibilidad, la pérdida de la autonomía presupuestaria y otros
muchos motivos ha llevado a que, en estos últimos años, los centros hayan
perdido, cuantitativa y cualitativamente, muchos servicios de enorme
repercusión en ambos sentidos sobre la población.
El
paradigma de lo que ha pasado con las EOXIs puede ser perfectamente lo que ha
ocurrido con el Salnés en los últimos años desde la creación de la EOXI
Pontevedra-Salnés en el 2011, y
concretamos los “datos falsos” según manifiesta el Conselleiro y que le retamos
a rebatirlos
Se
empezó con el cierre de los servicios de radiología y análisis clínicos de la
casa del mar y el traslado de la sala de digestivo/telemando a Pontevedra. Más
de 40 pacientes/día que deben trasladarse al centro de Rubianes. Y toda la
atención primaria sin recursos propios de radiodiagnóstico ni analíticas y con
total dependencia del hospital.
Se
continuó con la decisión de suprimir la referencia, de un prestigio nacional
indiscutible, de la unidad de parto natural (recordemos la acreditación de la
UNICEF como “Hospital amigo de los niños” que había conseguido y que solo lo
tenían 7 hospitales en todo el país).
Se
eliminaron las especialidades de neurología, andrología y salud sexual (única
en Galicia) y la farmacia (pasó de ser un servicio a ser una unidad de
dispensación), así como los servicios de informática, control de gestión,
contabilidad, personal, almacenes, compras y suministros que pasaron a estar
y/o depender de Pontevedra.
Los
Servicios de medicina interna (el más importante por volumen de pacientes) y el
de radiodiagnóstico (fundamental como servicio central), fueron transformados
en secciones dependientes de Pontevedra y se eliminó la sección de otorrino y
se les quitó la autonomía a las especialidades de urología, oftalmología y
digestivo.
El
servicio de Psiquiatría ha pasado a realizar las interconsultas de los
pacientes ingresados telefónicamente, sin que vea al paciente ningún
especialista de la especialidad.
Los
especialistas del Salnés para derivar a pacientes al Chop son considerados de
2º categoría y deben de ser revisados por otro facultativo de la misma
especialidad de Pontevedra.
Se
cerró la escuela infantil Mafalda, a pesar del gran déficit de plazas que hay
en la zona. Se creó un parking de pago, eliminando gran parte de los
aparcamientos públicos y se suprimió la concesión de la lavandería a una
empresa de la zona, que daba empleo a personas con discapacidad, derivándola a
empresas de fuera.
Tampoco
se ha cumplido con la ampliación de la cartera de servicios prevista a través
de la creación de la unidad de hemodiálisis, de la unidad de corta estancia, de
la ampliación de la hospitalización a domicilio, de la sala de tratamientos
oncológicos, la casa de partos, y la renovación del equipamiento tecnológico.
El desplazamiento de
especialistas desde el Hospital de referencia no es ninguna mejora, es
recuperar la sanidad de los años 70 y 80 con la ambulatorización de la asistencia especializada. Los hospitales son
mucho más que unos especialistas que pasan consulta. La convivencia y las
relaciones formales e informales entre las distintas especialidades es lo que
aporta verdadero valor añadido y lo que configura un buen hospital. Un hospital
no es bueno por ser grande, es bueno por la calidad de sus servicios y de sus
profesionales.
Si
hablamos de atención primaria aún es mas grave, tampoco a mejorado la
coordinación entre los dos niveles, siguen con las barreras de siempre, siendo
la principal el acceso a pruebas diagnósticas y complementarias. En algunas
especialidades se les ha prohibido derivar pacientes sin antes realizar
consulta telemática, han disminuido los recursos humanos, sobre todo médicos de
familia y pediatras, lo que ha provocado una sobrecarga inasumible y unas
demoras para acceder al médico de cabecera que,hasta hace unos años, eran
impensables.
La
reforma de la ley de salud de Galicia va precisamente en la consolidación y el
agravamiento de todo este tsunami que hemos intentado exponer. Consolida y
refuerza las EOXIs y les da legalidad, a este personal directivo nombrado “a
dedo” para trasladar, a su antojo, al personal.
Pero,
siendo todo lo señalado de la máxima importancia , la percepción de los
especialistas de la Asociación consideran que lo fundamental ha sido, y será
aún mas grave, la pérdida/fuga de grandes profesionales, la nula sensación de
pertenencia e identificación con los objetivos, la pérdida de la motivación,
ilusión, orgullo, prestigio, visión de futuro y la satisfacción del
trabajo bien hecho con el reconocimiento de la Sociedad a la que servimos y la
cada vez más la politización del Sistema.
Asociación
Batas Blancas
Semana negra de Febrero 2018