miércoles, 6 de marzo de 2019

IMPACTO DE LA REFORMA DE LA LEY DE SALUD DE GALICIA EN LA POBLACIÓN

ARTICULO DE OPINIÓN

IMPACTO DE LA REFORMA DE LA LEY DE SALUD DE GALICIA EN LA POBLACIÓN



Nadie duda de que un hospital, además de ser un centro que ofrece servicios de salud, es una entidad de enorme impacto social y económico en las comunidades donde se implanta. Y que uno de los principios básicos del Sistema Nacional de Salud es la equidad, equidad referida a prestar los servicios de salud de igual calidad, independientemente del volumen mínimo, del lugar geográfico, del género, nivel de renta, edad o cualquier otra circunstancia o condición. Toda la patología básica y que afecta a un mayor número de personas debe ser tratada con las máximas garantías y en igualdad de condiciones con independencia del lugar de residencia de la población.

Bajo estos principios, junto a los de calidad, eficiencia y eficacia se desarrolló en Galicia, atendiendo a su distribución demográfica, una infraestructura de atención sanitaria pública compuesta por centros de salud, puntos de atención continuada (PACs), hospitales comarcales y hospitales de referencia para las patologías más complejas y que afectan a un menor número de población.

El impacto de los hospitales comarcales supusieron, aparte de su contribución a la salud de la población, la creación de entre 300 y 500 puestos de trabajo directos, con enorme repercusión en la población joven y en el empleo femenino, en los proveedores y empresas locales, en el mercado inmobiliario y en la disminución del gasto y de los trastornos familiares al evitar numerosos desplazamientos a otras áreas sanitarias. Sin hablar de aspectos más intangibles, como sería su contribución al valor añadido de las marcas respectivas de cada comarca donde se implantaron: Burela, Monforte, Barco de Valdeorras, Verín, Salnés, Barbanza y Cee.

Las nuevas Estructuras Organizativas de Gestión Integrada (EOXIs) se implementaron en Galicia entre el 2010 y el 2013, unificando la gestión de todos los recursos sanitarios de Galicia en 7 estructuras directivas que coincidían con los grandes hospitales de referencia : A Coruña. Santiago, Vigo, Ourense, Lugo, Pontevedra y Ferrol.

Supusieron la pérdida total de la autonomía de los Hospitales Comarcales y de la Atención Primaria. Se les privó del presupuesto económico y de la capacidad de gasto, así como de toda su estructura directiva, administrativa y de gestión y, lo más importante, de su capacidad de decisión.

Las EOXIs son una macro estructura dirigida por un gerente/político, acompañado de más de 20 directivos nombrados por libre designación, con numerosos servicios externalizados (prestados por empresas privadas), con un claro sometimiento de toda la asistencia al gran hospital de cada área y con una toma de decisiones centralizada y alejada de los pacientes y de los trabajadores de los centros periféricos (atención primaria y hospitales comarcales).

Este hospitalocentrismo y concentración de poder ha supuesto que se haya primado la eficiencia (costes) frente a la eficacia, la efectividad (nivel de salud de la población) y la equidad (accesibilidad)de todos los habitantes de las comarcas y áreas rurales frente a las grandes urbes.

Esta lejanía de los gestores, su desvinculación de los centros y de sus empleados, su falta de sensibilidad, la pérdida de la autonomía presupuestaria y otros muchos motivos ha llevado a que, en estos últimos años, los centros hayan perdido, cuantitativa y cualitativamente, muchos servicios de enorme repercusión en ambos sentidos sobre la población.

El paradigma de lo que ha pasado con las EOXIs puede ser perfectamente lo que ha ocurrido con el Salnés en los últimos años desde la creación de la EOXI Pontevedra-Salnés en el 2011, y concretamos los “datos falsos” según manifiesta el Conselleiro y que le retamos a rebatirlos
Se empezó con el cierre de los servicios de radiología y análisis clínicos de la casa del mar y el traslado de la sala de digestivo/telemando a Pontevedra. Más de 40 pacientes/día que deben trasladarse al centro de Rubianes. Y toda la atención primaria sin recursos propios de radiodiagnóstico ni analíticas y con total dependencia del hospital.
Se continuó con la decisión de suprimir la referencia, de un prestigio nacional indiscutible, de la unidad de parto natural (recordemos la acreditación de la UNICEF como “Hospital amigo de los niños” que había conseguido y que solo lo tenían 7 hospitales en todo el país).
Se eliminaron las especialidades de neurología, andrología y salud sexual (única en Galicia) y la farmacia (pasó de ser un servicio a ser una unidad de dispensación), así como los servicios de informática, control de gestión, contabilidad, personal, almacenes, compras y suministros que pasaron a estar y/o depender de Pontevedra.
Los Servicios de medicina interna (el más importante por volumen de pacientes) y el de radiodiagnóstico (fundamental como servicio central), fueron transformados en secciones dependientes de Pontevedra y se eliminó la sección de otorrino y se les quitó la autonomía a las especialidades de urología, oftalmología y digestivo.
El servicio de Psiquiatría ha pasado a realizar las interconsultas de los pacientes ingresados telefónicamente, sin que vea al paciente ningún especialista de la especialidad.
Los especialistas del Salnés para derivar a pacientes al Chop son considerados de 2º categoría y deben de ser revisados por otro facultativo de la misma especialidad de Pontevedra.

Se cerró la escuela infantil Mafalda, a pesar del gran déficit de plazas que hay en la zona. Se creó un parking de pago, eliminando gran parte de los aparcamientos públicos y se suprimió la concesión de la lavandería a una empresa de la zona, que daba empleo a personas con discapacidad, derivándola a empresas de fuera.
Tampoco se ha cumplido con la ampliación de la cartera de servicios prevista a través de la creación de la unidad de hemodiálisis, de la unidad de corta estancia, de la ampliación de la hospitalización a domicilio, de la sala de tratamientos oncológicos, la casa de partos, y la renovación del equipamiento tecnológico.

El desplazamiento de especialistas desde el Hospital de referencia no es ninguna mejora, es recuperar la sanidad de los años 70 y 80 con la ambulatorización de la asistencia especializada. Los hospitales son mucho más que unos especialistas que pasan consulta. La convivencia y las relaciones formales e informales entre las distintas especialidades es lo que aporta verdadero valor añadido y lo que configura un buen hospital. Un hospital no es bueno por ser grande, es bueno por la calidad de sus servicios y de sus profesionales.

Si hablamos de atención primaria aún es mas grave, tampoco a mejorado la coordinación entre los dos niveles, siguen con las barreras de siempre, siendo la principal el acceso a pruebas diagnósticas y complementarias. En algunas especialidades se les ha prohibido derivar pacientes sin antes realizar consulta telemática, han disminuido los recursos humanos, sobre todo médicos de familia y pediatras, lo que ha provocado una sobrecarga inasumible y unas demoras para acceder al médico de cabecera que,hasta hace unos años, eran impensables.

La reforma de la ley de salud de Galicia va precisamente en la consolidación y el agravamiento de todo este tsunami que hemos intentado exponer. Consolida y refuerza las EOXIs y les da legalidad, a este personal directivo nombrado “a dedo” para trasladar, a su antojo, al personal.

Pero, siendo todo lo señalado de la máxima importancia , la percepción de los especialistas de la Asociación consideran que lo fundamental ha sido, y será aún mas grave, la pérdida/fuga de grandes profesionales, la nula sensación de pertenencia e identificación con los objetivos, la pérdida de la motivación, ilusión, orgullo,  prestigio,  visión de futuro y la satisfacción del trabajo bien hecho con el reconocimiento de la Sociedad a la que servimos y la cada vez más la politización del Sistema.

Asociación Batas Blancas

Semana negra de Febrero 2018

LA CEREMONIA DE LA CONFUSIÓN (Articulo de Opinión)


No por intentar convertir las debilidades en fortalezas y tratar, reiteradamente, de desacreditar y desprestigiar a los que denuncian los puntos débiles de la sanidad gallega, las autoridades sanitarias van a conseguir engañar a la ciudadanía. Los gallegos y las gallegas saben perfectamente que su Sistema Sanitario Público está en la peor situación de los últimos años. Y lo saben  porque lo sufren y lo padecen a diario, a pesar de que reconocen el gran esfuerzo que realizan todos los profesionales, gracias a lo cual nuestro sistema sanitario todavía goza de un prestigio del que presumen ahora los políticos en el gobierno.
Asociación Bat@s Blancas
Y estos políticos y gestores sanitarios, que descalifican e intentan acallar al mensajero, son los mismos que intentan convencernos de que la única causa de este deterioro es la falta de Médicos para contratar y que, de eso, ellos no son responsables.
Su afirmación es completamente falsa, como se demuestra el hecho de que cada vez que se convocan oposiciones se presentan muchos más candidatos que plazas convocadas y nunca hay interinidades convocadas que queden vacantes. Y si en este momento pueden faltar médicos es porque los médicos gallegos han tenido que emigrar a otros lugares en busca de unas condiciones laborales dignas que aquí se les deniega. Los responsables de la Consellería y del gobierno gallego tendrían que preguntarse por qué en el País Vasco, por ejemplo, no tienen esas dificultades para conseguir los facultativos que necesitan. Hasta el momento, tampoco se les ha oído hacer autocrítica por la política suicida de jubilaciones forzosas a los 65 años llevada a cabo en los últimos años sin garantizar el relevo generacional.
Además,  el deterioro no solo afecta a la Atención Primaria, a los PACs o al Servicio de Urgencias del Clínico de Santiago. Afecta a toda la atención sanitaria de Galicia: Primaria y Especializada. Y si no se han producido conflictos de este tipo en los Servicios de los Hospitales es, sencillamente, porque una buena parte de los Jefes de Servicio hospitalarios han sido nombrados por sistemas totalmente arbitrarios (como han confirmado distintas sentencias) por los actuales gobernantes a los que deben fidelidad.
Lo que ha provocado que el Sergas esté sumido en esta grave crisis han sido las políticas totalmente equivocadas llevadas a cabo por los tres últimos responsables de la Consellería de Sanidade de la Xunta (Farjas, Mosquera y Almuiña). En estos últimos años han seguido una política con unos intereses totalmente contrarios a los de los pacientes, al no considerarlos como el centro del sistema sanitario y no haber sabido, o querido, diseñar una estructura y una organización al servicio de sus auténticas necesidades.
Y, aunque consideramos que la creación de una Comisión para elaborar un nuevo modelo de Atención Primaria es una farsa que pretende distraer la atención para hacernos creer  que se hace mucho para, al final, no hacer nada, desde la Asociación Batas Blancas vamos a participar con nuestras propuestas, aportando nuestra visión sobre las medidas que deberían tomarse para mejorar la situación sanitaria de Galicia:

  1. Derogación del Decreto de creación de las estructuras de gestión integrada de las áreas de salud (EOXI) así como de las modificaciones que hicieron en la Lei de Saúde de 2008 y que entró en vigor a principios de año. No hay que olvidar que esas modificaciones amplían y dan cobertura normativa a la política sanitaria que viene llevando a cabo Feijoo desde 2009 y que han conducido a la supresión de la cuatro Áreas Sanitarias de los Hospitales Comarcales de O Salnés, O Barco, A Mariña y Monforte, cuyos hospitales tienen ahora total dependencia de los hospitales centrales y han reafirmando la completa dependencia hospitalaria de la Atención Primaria. Ya lo dijimos en su momento, la eliminación de los presupuestos y estructuras directivas de los distintos centros de gasto y su centralización en una macro estructura hospitalaria no suponía ninguna mejora, sino todo lo contrario, como la realidad ha terminado demostrando.
  2. Cambios en la normativa sobre provisión de puestos directivos y de jefaturas de servicio y sección de los centros del Sergas, que apuesten por la profesionalización de la gestión (en lugar de la politización actual) y garanticen que la elección de los responsables de los servicios se haga con criterios de igualdad, mérito y capacidad y no por la afinidad o sintonía con los gestores del centro y políticos gobernantes. Solo directivos y mandos intermedios independientes, con capacidades y conocimientos y respetados por todos, pueden liderar este cambio.
  3. Diseño de una nueva política de recursos humanos. Tal vez sea este el punto más débil que tiene nuestro sistema de salud. Los sanitarios son trabajadores altamente cualificados y son el principal valor del sistema de salud. Y mientras no se les valore en su justa medida (formas y tipos de contratación, modos de fidelización e incentivación, transparencia, imparcialidad, participación, respeto, consideración, etc.) no habrá una buena atención sanitaria y el Sergas nunca será una organización de excelencia.
  4. Dotación presupuestaria  acorde a las necesidades reales de personal y de recursos materiales y técnicos en todos los niveles asistenciales.
  5. Concienciación plena de que la atención primaria es la puerta de entrada al sistema y el eje sobre el que debe pilotar la asistencia a todos los pacientes. Si falla este primer nivel, su fallo repercutirá en todo el sistema. Por eso, no puede ser la hermana pobre; tiene que ser la hermana mayor.
  6. Simplificar y adelgazar las estructuras directivas y de gestión. ¿Cómo es posible que, en Galicia, haya más de 250 médicos dedicados a tareas administrativas y de gestión y no a la atención directa de los enfermos?
  7. Reversión de privatizaciones y asistencias prestadas por medios ajenos, incluyendo los organismos de gestión pública existentes en la Consellería. Nunca había existido tal obsesión privatizadora en el sistema como en estos últimos años.
  8. Redimensionamiento de  las plantillas y mejora de su eficiencia, con medidas tales como: 

  • Eliminar la burocracia en los actos asistenciales, simplificando y promoviendo la humanización en la atención directa.
  • Rediseñar las jornadas: turnos, horarios, guardias, etc.
  • Estudiar con seriedad las cargas de trabajo y redistribuir los recursos y efectivos. Acabar con las  enormes bolsas de ineficiencia, evitando la ociosidad de unos y la sobrecarga de otros.
  • Dejar de hacer miles de actos totalmente innecesarios y que no aportan ningún valor añadido al paciente.


Muchas de estas medidas no necesitan de grupos de trabajo para su implementación. Necesitan de dirigentes valientes, capaces, con conocimientos, respetados  e innovadores, que sepan escuchar y que, desde luego,  no se rodeen solo de personas afines, sumisas y poco críticas. Con eso, Galicia y su Sistema de Salud podrá volver a ser ejemplo para el resto de Comunidades y resultar atractiva para todos los profesionales de la salud.
Y, lo que es más importante, orgullo de una población que en ella tiene el pilar básico de su estado de bienestar.


Galicia, 8 de enero 2019


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